martes, 27 de mayo de 2014

Debemos avanzar en la democracia

Hace un siglo comenzaba la Primera Guerra Mundial. Al final de la misma, Europa observaría con pavor el triunfo del fascismo y del comunismo. La crisis económica y social de la posguerra, unida a la Gran Depresión, supuso el caldo de cultivo ideal para la radicalización política, para que el pueblo buscase la solución a sus problemas en estas ideas extremistas y abrazase ciegamente sus propuestas.

Cien años después podemos observar con perspectiva todo lo sucedido. Cien años después somos capaces de ponderar el terrible daño que hicieron los radicalismos políticos. Cien años después vemos que fueron las democracias quienes salvaguardaron el mundo que a día de hoy conocemos.

Volvamos, pues, a la actualidad. La crisis económica poco a poco va quedando atrás, si bien es cierto que los resultados macroeconómicos tardan aún en reflejarse en el  día a día. Sin embargo, la crisis social e institucional perdura. Por ello, en estas últimas elecciones, ha tenido lugar un resurgir de partidos amparados en ideologías de extrema derecha y de extrema izquierda. Racismo, xenofobia, autoritarismo, ideas económicas descabelladas que quebrarían cualquier economía, y otro tipo de peligrosas propuestas, se ponen encima de la mesa cuando salen a relucir sus programas electorales.

Hemos de aprender de estos ciclos. Al igual que la crisis económica ha hecho que reformemos y mejoremos nuestro sistema financiero, la crisis social e institucional debe servir para optimizar  nuestro sistema social y nuestras instituciones públicas. Debemos seguir puliendo y mejorando  nuestro sistema democrático, debemos modernizar la democracia interna de nuestro partido, debemos ser más cercanos, más representativos, más eficaces y más transparentes. En estos tiempos es necesaria una nueva regeneración política.

Es indispensable continuar avanzando en nuestro camino en la democracia, camino en el que este tipo de partidos extremistas no ayudan a continuar hacia delante, sino que entorpecen este avance. Recordemos nuestra historia y aprendamos de ella, porque como bien decía Jorge Santayana: “Quien no conoce su historia está condenado a repetirla”.


Saúl Montequín Fernández
Secretario de Redes Sociales de NNGG Oviedo

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